“Boa tarde, a viagem foi de 14.04 a 25.04, parecia o período das chuvas, mas o tempo estava lindo, não tinha mosquitos, não vimos nenhum, quanto a pegar este hotel em particular, não vimos ouriços ou, levaram chinelos para o banho mesmo assim foram ressegurados.O hotel é excelente serviço de alimentação maravilhoso, o pessoal não pede gorjeta, limpam os quartos perfeitamente decoram com flores, não roubam, está tudo bem ... o o mar é magnífico maravilhoso As excursões são caras, então se quisermos uma excursão levamos $ 1200 para dois, são apenas excursões, $ 22 pagam uma taxa para o hotel, $ 50 de visto ... não há nada de especial para comprar O hotel corresponde a 5 * a minha estadia foi um sucesso, voltarei, então apenas a este Hotel. E leve com você proteção contra 50 e acima do sol 🌞 muito específico”
— Ирина Испания
“Llegué a este hotel con las expectativas muy altas, y en fin... me marcho con la sensación de que me han engañado. A cualquier cosa le llaman 5 estrellas lujo, porque el Riu Palace Zanzíbar no tiene esta categoría ni de lejos. Lo único que tiene de 5 estrellas son las habitaciones, que son espectaculares y están decoradas con muy buen gusto, y por supuesto los precios, tanto el de la estancia como el de todos los servicios que ofrece (lavado de una camiseta, 5 dólares, por ejemplo). La comida es bastante mediocre, con apenas variación en el buffet de las cenas y, en cualquier caso, muy lejos de la supuesta categoría del hotel en cuanto a estándares de calidad. El desayuno es muy normalito, con repostería regular tirando a mala, y los dos restaurantes que existen en el resort, aunque ofrecen comida de bastante calidad, tienen un sistema de reservas pésimo con el que siempre hay overbooking. En cualquier caso, lo más decepcionante del hotel es lo tremendamente incómodo y tedioso que resulta todo, absolutamente todo. La mayoría de las habitaciones, o al menos las que no suponen un riñón y parte del otro, están en la parte de arriba del recinto, próximas a la recepción. Esto se traduce en una caminata de unos 10 minutos para poder ir a desayunar, a la playa o a la piscina. Y si se te olvida algo en la habitación o tienes que ir al baño, el camino de regreso es cuesta arriba. Y es una cuesta bastante empinada, doy fe de ello. Los horarios también son malos, increíblemente malos. No es posible desayunar antes de las 7 y media, lo cual complica la salida para las excursiones, y la comida es hasta las 3 de la tarde, lo cual complica lo de poder comer algo al regresar de las excursiones. Entre medias del desayuno, la comida o la cena, no hay posibilidad de comer nada que no sean unos cacahuetes o snacks. Además, no hay ningún servicio de bebidas en la playa, directamente no existe, y el bar más cercano cierra a las 6 de la tarde. La enorme decepción que supone el Riu Palace Zanzíbar aumenta sobre todo si te paras a pensar en la relación calidad precio, porque los servicios que ofrece son inferiores a cualquier resort del Caribe, por poner un ejemplo, pero a precio de oro, o incluso de diamante. Es un claro ejemplo de que no es lujo todo lo que reluce. Lo único verdaderamente admirable de este hotel es algo que es común a todo Zanzíbar y a toda Tanzania: todas y cada una de las personas que trabajan en él. Por lo demás es decepcionante, muy decepcionante.”
— David Corrochano